Tu milla de los 4 minutps

Antes de 1954 se creía que ningún corredor podría batir el récord de la milla en cuatro minutos. Pero después de que Roger Bannister lo consiguiera, muchos repitieron la hazaña en cuestión de semanas. ¿Por qué? Porque Bannister demostró en el mundo que era posible. La gente tuvo un nuevo punto de referencia y, armada con ese conocimiento, hizo lo que parecía imposible.

¿Cuál es tu milla de los cuatro minutos? ¿Qué acciones has dado por imposibles? ¿Qué falsas suposiciones has adoptado respecto a lo que no puedes tener, no puedes ser o no puedes hacer?

La vida me está enseñando que no existen límites naturales. Los límites los ponemos las personas. Ésta es la realidad. Yo he caído y sigo cayendo a menudo en las trampas de los malditos límites. Pero por suerte me doy cuenta, me levanto de nuevo, y lucho con decisión por mis sueños y por mis ideales. Esto me renueva, equilibra mi triángulo vital de mente, corazón y cuerpo, me estimula, me ilusiona y me hace sentir muy bien.

Robin Sharma dice: “Los límites y los miedos son absolutos mentirosos, no te los creas”. Así que, define horizontes, sueña, atrévete, rompe barreras, sé descarado, busca nuevas vivencias, plantálele cara a la adversidad, fracasa -tienes todo el derecho de hacerlo-, pero levántate inmediatamente.

No dejes que nadie te diga que tus sueños son imposibles. Si no lo haces tú, tarde o temprano alguien conseguirá hacer lo que un día te propusiste y a medio camino abandonaste pensando que sobrepasaba tus límites y capacidades. ¡Al diablo con las capacidades! Éstas llegan con la convicción, la fuerza de voluntad y las magníficas actitudes.

Quedarse con el miedo a lo que nunca hemos visto ni experimentado, equivale a mantenerse en vida, pero no a vivir. Y vivir es el mejor regalo que hemos recibido. No lo malgastes ni hagas mal uso. Ilusionate y lánzate a consumir con pasión hasta el último segundo del tiempo que te han regalado.

Joan Carles Sasplugas

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