Tesoros para el alma
Son capaces de irradiar luz sin apagar la nuestra
"Las personas vitamina conectan con lo mejor que tenemos, potencian nuestras ideas, abren nuestro corazón, radian entusiasmo y cada conversación o actividad con ellas nos levanta el ánimo. Su alegría es contagiosa, tienen una capacidad desbordante para hacer sonreír, para darle la vuelta a la tortilla, para mirar el lado bueno de las cosas. Son un tesoro con piernas para nuestro equilibrio emocional en cualquier momento y ¿circunstancia? Si conoces a una persona así, mima, pues te transmitirá paz cuando estés en guerra”.
Este párrafo de Marian Rojas Estapé de su libro "Encuentra a tu persona vitamina", cierra la esencia de lo que significa tener alguien que nos revitaliza con cada encuentro. En un mundo cada vez más fugaz y lleno de relaciones superficiales, las “personas vitamina” son auténticos oasis de calma y fortaleza.
No sólo nos ofrecen soporte; van más allá. Saben transformar momentos difíciles en enseñanzas y hacen que incluso los días grises tengan matices de esperanza. Son capaces de irradiar luz sin apagar la nuestra. Su magia está en la autenticidad, en su capacidad para hacernos sentir comprendidos y valorados. Mientras la sociedad se apresura a mirar hacia el exterior, estas personas tienen el don de hacernos mirar hacia dentro de nuestro propio ser.
Quizás la calidad más sorprendente de una persona vitamina es su habilidad para permanecer inquebrantable ante las tormentas emocionales. Son refugios que aportan paz en tiempo de guerra interna. Nos ayudan a recobrar el equilibrio, recordar nuestras fortalezas y, sobre todo, cultivar la esperanza.
En un mundo en el que el estrés y la ansiedad parece multiplicarse, las personas vitamina son una reserva de alegría y calma. Son una invitación constante a no rendirnos y encontrar belleza incluso en el dolor. Cuidarlas, agradecerles y nutrir estas relaciones es también cuidar nuestra propia alma. Porque en el abrazo sincero de una persona vitamina reside, quizás, el alivio más puro y necesario.
Joan Carles Sasplugas
** Dedicado a Montse, Andrea ya Tere, tres grandes personas vitamina.