Las preciosas piedras
Tanto una piedra preciosa como una simple piedra de río, aunque te parezca difícil de creer, tienen vida.
Abuela, he oído decir que las piedras curan enfermedades, ¿cómo pueden hacerlo?
Tanto una piedra preciosa como una simple piedra de río, aunque te parezca difícil de creer, tienen vida. No como la nuestra, pero tienen su forma de vida y desarrollo. Las piedras, sobre todo las que se consideran preciosas, se han estado formando en el interior de la tierra durante mucho tiempo, algunas de ellas han tardado en formarse doscientos millones de años. Como ves, crecen muy despacio comparado con nosotros. Durante este tiempo, además de pasar por todas las fases de formación geológica que ha ido sufriendo el planeta, han estado sometidas a diversos fenómenos, como son el calor del interior de los volcanes y las presiones que han ejercido sobre ellas los estratos de la tierra. Esto ya hace que de por sí, una piedra guarde en su interior una información y tenga una gran energía concentrada.
¿Y cómo podemos nosotros conectar con esa energía?
Muy simple, la misma física nos enseña que cualquier elemento sólido aumenta su energía cinética (movimiento) por efectos de calor, presión y sonido. Por lo tanto, el sólo hecho de tener una piedra en la mano, ya hace que tenga calor y presión, y si además tenemos música de fondo… No te extrañe que un simple cuarzo pueda servir de amplificador de energías mentales.
Sí, eso lo entiendo pero de eso a curar una enfermedad o un dolor…
Déjame que te siga explicando. Además de su energía, las piedras tienen un color y una composición química de elementos. Nuestro organismo también contiene muchos de esos elementos aunque sea en cantidades muy pequeñas. Si pudiésemos ver cualquiera de una de nuestras células a través de un prisma, veríamos que si está sana se descompone en los siete colores del arco iris, y si está enferma estos colores están alterados faltando uno o más de ellos, lo que hace que su campo electromagnético esté alterado. Las piedras tienen los colores más brillantes y puros que nos da la madre naturaleza, y ese color tiene una frecuencia y longitud de onda muy precisa, ¿me sigues? Bien, pues a esto hay que añadir que cada piedra por su color, composición o tamaño irradia también un campo electromagnético. Si hay una parte de nuestro organismo alterado, bien sea por un trauma físico o emocional, se altera también su frecuencia, y si ponemos la piedra adecuada esto hace que estas alteraciones se vayan corrigiendo.
Hasta aquí voy entendiéndolo, pero y ¿eso que dicen que hay quién se las traga?
Lo que sucede es que antiguamente en la India pulverizaban las piedras o bien las reducían a cenizas e ingerían estos polvos. Pero claro esto hacía que sólo los ricos podían tomar este tipo de medicina. Hoy en día se ha demostrado que dejando una piedra preciosa en alcohol durante un tiempo, ésta le traspasa sus propiedades y con una sola gema se pueden preparar muchas medicinas, lo que hace que sea asequible a más personas.
¿Y esto se puede hacer con cualquier piedra?
No. Al igual que con las plantas, hay piedras que contienen elementos tóxicos y éstas no se pueden emplear para este tipo de medicinas, pero sí para otros usos. Para resumir te diré que hay piedras que son aptas para hacer gemomedicinas o extractos, otras para hacer remedios energéticos a base de sol y agua (como los elixires florales), otras para aplicar directamente sobre la piel, otras para armonizar o proteger ambientes y otras para relajarse o meditar, pero eso ya es otra historia y hoy no tengo más tiempo.
Sólo una cosa más. Mientras me contabas todo esto he cogido uno de tus cuarzos y lo he estado apretando con la mano, pero no noto nada…
Hay que tener paciencia. Los cristales de cuarzo son a veces tímidos, como ya te he explicado antes, han estado muchos años en las profundidades de la tierra. Lo que para nosotros representa un segundo, en gemología equivale a un millón de años, las piedras no tienen prisa, han estado, están y estarán mucho, mucho tiempo. Son un puente de comprensión del Universo. No te impacientes y ves haciéndote amigo suyo poco a poco…
Pepa Adell se inicia, en 1988, en el campo de la Radioestesia y la Geobiología. Desde entonces, se dedica completamente tanto a la investigación de estas ciencias como a la de las propiedades biomagnéticas de cristales y minerales. Creadora y elaboradora de los Ex-tractos y Elixires de Cristal RUMIS, dedica gran parte de su tiempo a la enseñanza de la Radiestesia y al conocimiento de los Cristales. Ha impartido talleres y seminarios en Madrid, Granada, Linares, Pamplona, Castelló, así como en diversos Centros de Barcelona y su provincia. Es autora de Manual de Extractos de Cristal, publicado en Tarannà Edicions.