Las cosas importantes de la vida
Cuentos para meditar
Un profesor de ética lleva a su clase varios objetos y los coloca en su escritorio.
Cuando da comienzo a la clase toma un frasco grande y vacío y procede a llenarlo con una cuantas piedras de regular tamaño.
Entonces pregunta a sus estudiantes si el frasco está lleno. Todos contestan que sí. Seguidamente el profesor coge una bolsa de perdigones para la caza menor y los vacía en el frasco y lo agita hasta que los perdigones van llenando los espacios entre las piedras. De nuevo lanza la pregunta de sí el frasco está lleno. La respuesta no se hace esperar - esta vez, sí esta lleno –. El profesor toma una bolsa de arena muy fina y la va vaciando en el frasco mientras lo sacude suavemente. La arena se coloca entre los espacios que aún permanecían vacíos.
La arena termina por llenar los espacios vacíos.
“Ahora bien – dice el profesor –“ quiero que reconozcan y entiendan que esto es como sus vidas. Las piedras grandes son las cosas importantes, su familia, su salud, sus amigos, su formación recibida desde la infancia hasta llegar ha hacerse personas; cosas que cuando todo lo demás se pierde todavía llenan su vida. Los perdigones representan cosas que cuentan algo menos como su trabajo, su casa, su automóvil. La arena representa todo lo demás las cosas insignificantes de la vida.
Si ustedes llenan el franco primero con la arena, no habrá espacio para los perdigones y mucho menos para las piedras. Lo mismo ocurre con vuestras vidas. Si pierden su tiempo y energías en nimiedades, nunca quedará espacio para las cosas que realmente deben importarles. Ocúpense primero de las piedras y municiones, lo que más importa. Establezcan prioridades, el resto será pura arena.
Seguidamente un estudiante adelantado toma el frasco que todo el mundo, incluido el profesor, consideraba totalmente lleno y procede a vaciar una copa de vino. Por supuesto el vino desalojó el aire que quedaba (a alguna pequeña burbuja todavía le quedarán ganas de salir) y verdaderamente quedó el frasco – ahora sí – totalmente lleno.
MORALEJA.- No importa cuán dura sea tu vida, siempre quedará espacio para tomar una copita de vino con un amigo (o un café).
Toni Capell (año 2006)