Éxito colectivo

¿Qué determina el éxito en cualquier afán humano? Según el general Norman Schwarzkopf, comandante de las fuerzas aliadas en la Guerra del Golfo, la respuesta es más compleja que una simple correlación de fuerzas; radica en la convicción individual y el deseo de triunfar. Este precepto, aunque forjado en el crisol del conflicto bélico, tiene aplicaciones universales en negocios, deportes y vida en general.

El éxito no es un producto de la casualidad; es el resultado de una serie de elecciones deliberadas que implican sacrificio. En ese contexto, el sacrificio no es una renuncia dolorosa, sino más bien una inversión. En el mundo empresarial, podemos ver a líderes que sacrifican tiempo con la familia para garantizar la supervivencia de una start-up. En el ámbito deportivo, los atletas ofrecen horas incalculables perfeccionando sus habilidades. En ambos casos, se "paga un precio" en aras de un objetivo mayor.

Si extrapolamos esta noción al ámbito del equipo, encontramos una dimensión adicional: el sacrificio colectivo. Aquí el éxito no sólo depende de la habilidad individual para pagar el precio, sino también de la voluntad colectiva de hacerlo. Un equipo no es simplemente la suma de las partes; es un ente más complejo, gobernado por sinergias que sólo emergen cuando cada miembro está dispuesto a subordinar sus objetivos personales al bienestar del colectivo.

Sin embargo, este compromiso individual y colectivo debe ser informado y voluntario. Los equipos, sean militares, deportivos o empresariales, prosperan cuando sus miembros entienden el “por qué” detrás del “qué”. En ausencia de un propósito claro y compartido, ningún sacrificio valdrá la pena, y la moral se desplomará.

Por último, la lección más profunda aquí es dual: el éxito requiere tanto la voluntad individual de pagar el precio como la habilidad para incitar este mismo nivel de compromiso en otros. En este sentido, el éxito es tanto un acto de autotrascendencia como de autoafirmación: trascendemos nuestras propias limitaciones al contribuir al éxito de un grupo más amplio.

Joan Carles Sasplugas

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